Ausencia de los tactos

Si alguna vez creímos pertenecer al espacio íntimo de otra persona, el paso del tiempo, firmó alguna sentencia para dejar de compartir aquellos momentos, ahora mantenerse alejado de tantos, se vuelve un complejo paradigma para la existencia y este efecto crea, un antagonismo al teatro de nuestra mente humana.


Estamos dejando atrás de a poco todo, y aceptando una fuga a la panóptica reciente, pero aún se disputa la dicotomía entre los partidos de la vida y el de la economía, cuán indefinido se mutó el período para regresar, este volver al nuevo comienzo, es en realidad un callejón sin salida, aunque se nutre con varias esperanzas salvadoras. 

La separación de los otros, agudizó todas las ansiedades latentes, hemos renunciado a la piel con piel, por todas las constantes amenazas y entre tanto vamos escapando hacía el último momento, la resiliencia es el mayor catalizador humano que podemos adoptar ahora, nos sufraga cuando las señales del cuerpo caen y gritan, entonces valoramos el eco que permanece entre nuestros recuerdos. 


Ya se apagó la cantinela que recitaba el "quédate en casa", ahora nos llenan con sofismas nuevos y un supuesto decálogo de principios a seguir, como si se tratara de algún antídoto que calma nuestra intranquilidad por alguna fuerza desconocida. Pero antes, ya nos llenábamos de optimismo y surgían valores y energías para dar pasos que se comen al mundo, hoy, para muchos resulta un desafío vivir sin sentir la sofocación del tiempo, mientras otros intentan anestesiar ese vacío con hedonismos y placeres breves, queriendo intensificar sus creencias, porque la desesperación rebasó los miedos y la necesidad de la ausencia de los tactos. 

No existe algún camino exacto que defina nuestro modo de sobrevivir, pero sabemos con qué no podemos estar y que nos permite adentrarnos, en la búsqueda inútil de sensaciones fugaces, alimentando cada día nuestras expectativas subjetivas.

Los minutos negados

Quería diez minutos para despedirme de ti. Siempre he tenido la teoría de que el inconciente no sólo contiene los impulsos que podrían avergonzarnos, también lleva una parte de nuestra pureza. Al filo del análisis del comportamiento interiorizamos las debilidades y a veces los sentimientos, en esa época te encontré y esa fue la causa de hacernos no felices, del mundo percibias ese aprendizaje de no ser debil, no involucrarte con una estudiante promedio, no dejar que se ilusionara con la posibilidad de un anillo de compromiso, no confiar.....
Yo a la par que el mundo te iba repitiendo, soy yo puedes confiarme cualquier inquietud, cualquier desesperanza.......
El día que te juzgaron, me quedo claro que hay gente que te duele por siempre, que la justicia en este país se extravío desde el Porfiriato. Ni siquiera tuve algunos minutos con sabor a recuerdo, porque todo se precipita, el abogado se disculpa, otro abogado promete que habrá otra instancia, un guardia te levanta y te guía hasta el pasillo y entonces ya están suspendidos tus derechos y colgado ahí en el martillo del juez, el amor que no puedes llevarte como la cadena de San Nicolás.
A veces imagino que despierto y tomo tu mano, que miramos juntos el solar, que me dices como cuidar tu naranjo, que lloras en silencio, que sin compasión paso mi mano por tu rostro, que dices que quisieras evitarle esa pena a tu madre; como si las madres no fuéramos conscientes de todos estos riesgos. A veces imagino que mis manos pueden moverse por tus brazos y tus hombros, que puedo hacer más que orar porque tengas comida, una cama donde descansar y esa sonrisa que te empeñaste siempre en esconder bajo la carcasa de señor. 

persona 1

Finalizó con la noche sin libro abierto, 
Sin tu cuello para besar. 
Lo que ofrecí escapa a la común moneda de cambio; la esperanza se durmió.
Empezó en un pueblo la vida, por eso hay que aclararlo porque hay cosas que no se entienden sin el contexto de niñez, de amor, de familia (Mi abuela y mi padre siempre me consintieron).
Mi nombre lo eligió mi madre, quien manda en casa desde que tengo uso de razón 
Un día desayunando mi madre anuncio su divorcio, otro día nos juntaron y anunciaron que volvían a casarse y me imaginé llevando 
El lazo, pero ya no escogieron alianzas.
Yo no creo en el matrimonio tradicional, no es culpa de la modernidad 
Porque pizcas de antigualla me conforman, 
Escuché poesía en los labios de mi mejor amiga, el mundo decía que era rara, los chicos que era mi novia, y el chico que me gustaba usaba una gorra de béisbol y los deportes no son lo mío, 
Abrace durante años al amigo que ya no está, los testigos también hacen falta en el club del olvido,
Cuando vino la suerte del cariño, sonreí, 
Siempre agradezco,
Repito oraciones por el cruce de nuestros destinos, vaya redundancia!
Los ruidos en el patio siempre me alteran, y la luz encendida mantiene la vigilia,
El estrés no lo persigo pero lo miro de frente,
Y la lluvia la disfruto, 
Son besos que la humanidad y sus coches usurpan a la primavera..........
Un te amo es muy corto, 
Mi estilo es el de a la luna y de regreso, de Darren Hayes
Un te quiero no es fugaz como otros dicen, pero a pocos les importa. 
Siempre son los grillos los últimos que hacen silencio, que se duermen......

Al último momento

Déjame ordeno todos mis placeres 
y ofrendo mi brevedad a tus instantes,
esa parte que no compartes,
me hacía perder el equilibrio un tanto,
y luego ir, volver y enterrar todas mis tristezas a mi cementerio de culpas,
como el necio que se enamora a vivas discreciones,
ese insólito efecto que tienen los amores,
que cubren las memorias.


Me había enamorado o eran las sensaciones post-químicas,
o el sentimiento post-algo,
porque ya me había atrapado en algunos de tus miedos,
como me quemaban tus últimas tibiezas,
entre otras muchas razones que ahora se me escapan.


Y bueno, qué puedo decir, si el compromiso es caro,
y nadie se preocupa por ver a las flores en su albor,
no cualquiera se asoma a la ventana 
y es presa de una indómita brisa de verano,
no somos dueños de las aves ni de las coincidencias.

Si el amor desaparece,
nunca encontraré sus causas,
porque mis latidos citan al recuerdo de un paseo por el parque
o la timidez cuando quería coger de tu mano
o que al pasar por una iglesia,
recorríamos nuestra imaginación hacía el futuro 
y se cubrían nuestros colores de blanco y negro,
porque el deseo era dueño de nuestras mentes,
para este momento ya no crees en Dios ni en casarte,
aunque la fuerza de un mito es más fuerte que cualquier otra cosa. 

Para ti ningún concepto es sagrado,
pero el amor cuando tiene tus formas, 
cuando lleva tus líneas,
o cuando la multitud transita sobre la tiranía de sus vidas, 
tú me dominabas con un simple abrazo,
sentí que una parte tuya me elegía.

De la esperanza a lo finito

Entre la marcha de los días me agitan todos esos aires de nostalgia, son ecos en busca de un sentido al hoy, pero estamos encontrándonos con nosotros mismos, habitando la mirada más propia del ser humano, entendiendo que nos pertenecemos a los otros más que a nosotros mismos, por eso nos cuidamos y caminos cada día sobre la conciencia de la finitud

Estando presa a la observación de los detalles más mínimos, me puse a inquirir sobre la muerte, esa definición que cuando sucede, tiene muchas nuevas formas y conceptos profundos y/o reflexivos. Un problema actual que atravesamos por el coronavirus, es precisamente los principios éticos que debaten la muerte, pero hablamos de una muerte de "pocos" de la que realmente prestamos más atención, porque según las cifras más actuales, mueren por números superiores, las personas con mayor riesgo que sufren  enfermedades como diabetes o hipertensión, y que generalmente son de edades que superan los sesenta y cinco años o más. Si asumimos esta realidad, entonces estamos hablando de nuestros posibles padres o abuelos por mayoría. 



Por estas razones, la defensa de la vida es nuestra mayor causa, pero más allá de las éticas, dentro de nosotros existen también los apegos y los sentimientos, sobreviven siempre con la glorificación a los nuestros y sobre todo, la dignificación a la muerte. Las crisis siempre promueven más unión entre nosotros, porque todos los estados de desanimo traspasan barreras que conmueven, y en este momento, es la salvación de la vida de los que son más vulnerables la que nos atañe, pero también creo que inconscientemente, estamos unidos al hilo que pende de nuestra "suerte", porque reconocemos ese estado de finitud que hasta hoy nos hace a todos los seres vivos indiscutiblemente iguales. Entonces transitamos de a poco, por el temible camino de nuestra propia extinción, siendo conscientes de nuestra finitud, por lo que aceptamos encontrar memorias de nuestro presente y dejar un buen recuerdo de nuestras huellas. 

Sin embargo surgen los supuestos, a los que la humanidad en su abismal ambición, tiene por la obstinada permanencia, hablo de la inmortalidad. Hasta hoy los únicos que se vuelven eternos, son lo que edifican su legado a base de fama y marcas en sus vidas, por eso el afán de pertenecer a la historia, se vuelve un propósito para muchos, queda claro que aún no hemos logrado dominar ese estado de existencia infinita, por lo que enfrentar las latencias que deja la pandemia, despierta todas las inquietudes que alertan nuestro acto de existir. 

Posiblemente aún no tendremos alguna oportunidad para experimentar más allá de nuestra finitud, pero podríamos estar cerca de algo muy semejante a la inmortalidad ahora con las vivencias de nuestra cuarentena, y me refiero, a todos aquellos que han soportado las angustias del ocio y el no saber qué hacer con tanta libertad que nos da el tiempo, y este mismo tiempo se construye con desesperanzas de una lejana activación, con algo así, podríamos teorizar sobre una sensación de inmortalidad, tendidos sobre el anhelo de querer acabar con esta duración y buscando algún fin a nuestras vidas, siendo los humanos sin tiempo. 

Bálsamo de culpas

My Shame | Last night I messed up | bruckerrlb | Flickr

Hay una fuerte tendencia en la redes sociales, por una ola de defensas contra el racismo, y dentro de ese cúmulo mediático, existen sectores que sobrellevan su argumento mediante muchos mitos, y que buscan comparar los problemas latentes con sus experiencias de discriminación. 


Realmente esta élite, o como suelen llamarle "burbuja de privilegios", son los que principalmente, crean estos modelos de segregación contra los que sí han vivido situaciones de racismo, y de algún modo buscan un escape para resarcir sus manchas en el pasado en medio del movimiento. 

Es un hecho muy comprobado, que al momento de mostrar empatía, llegan a ser muy exagerados, para las personas que verdaderamente siempre han sufrido discriminación, escribía antes sobre el poder que mantienen las élites y su constante búsqueda de equilibrio para construir una percepción de la realidad con base en las jerarquías, ahora pretendo profundizar un poco en el colectivo cínico, que intenta mostrarse empático, para sanar sus culpas que han estado mitigando durante muchos años. Todos estos actos de liberación y cambio, dan un panorama de miedo para aquellos que han silenciado su fuerte opresión contra los "contaminados". Como si mitigar todo resultará, de solo alzar una falsa e hipócrita bandera de "Estamos contigo". 


o los mensajes super-positivos que siempre llevan consigo una cara falsa, que intenta con indescriptible soberbia, minimizar el miedo constante a morir o disponer de la voluntad de no poder sentirse mal "porque a mí también me pasó...". 

Imagen

Pero si fuera esto poco,volverse protagonistas de la tendencia, entonces ahora sí, ofender es un peligro para estos individuos, y la victimización es un recurso muy bondadoso que medica la culpa. 

Esta pseudo-simpatías no representan ninguna consciencia honesta y tampoco ayudan en NADA, algo realmente valioso sería repensar los actos que tenemos como sociedad acerca de estas cuestiones tan enraizadas con los nuestros, y asegurar protección a quiénes sufren de estos males o si está en  nuestra posibilidades, ser partícipes de las protestas y no satanizarlas como si se tratara de actos de vándalos porque ofenden nuestra "moralidad superior"

Ductu imperator

En el capítulo La revolución científica del libro Animales a Dioses de Yuval Noah, menciona como las estrategias que tuvieron los emperadores, reyes o conquistadores, resultaron con éxito para el logro de sus conquistas, no fue con base en la fuerza de las tecnologías de ese tiempo, como por ejemplo ahora en la reciente segunda Guerra Mundial donde una bomba atómica pudo embolsar una rápida victoria, sino más bien, fue principalmente gracias a la superioridad en sus tácticas. Líderes como Napoleón, obtuvieron sus hazañas por un conjunto de estratagemas militares notables, quiénes en algunos años posteriormente llegaron a ser los emperadores de aquellas naciones, y eso les otorgo una fuerza desconocida a sus futuros discursos. Esta parte me invita a reflexionar y dar cotejo, a uno de los tantos problemas que tenemos en nuestra política moderna. 

Hoy en día , al parecer el juicio de los líderes actuales, se muestra como un reflejo de aquellos emperadores en cuánto a su cosmovisión de poder, y más que nada en su supuesta sagacidad para predecir eventos futuros, creo que esta semblanza de los ídolos políticos en la historia, sobre creer tener la razón en su discurso de acuerdo a su instinto, se ha introducido escrupulosamente en muchos gobernantes del mundo actual, quiénes en su fantasía embelesada por la alabanza, emulan al emperador de la antigua Roma de una manera anacrónica , y esto puede traer en consecuencia, una profunda crisis y desastres económicos. 

Para dar más comprensión a mis palabras, podemos hacer una analogía de la Antigua Grecia y algunos emperadores romanos, ante el demandante culto que tenían sobre las místicas verdades que decía el oráculo de Delfos. Antes de ser destruido por el imperante cristianismo que optó Roma, fue un recinto sagrado donde acudían reyes, emperadores o militares para consultar mediante una pitonisa, el posible vaticinio de las decisiones políticas o las estrategias en las guerras, ahora para muchos esto nos resultaría una idea muy cándida, pero lejos no está, como manera de imitación en nuestras realidades contemporáneas... 



Y es que esta auto-vanaglorificación, crea que sus retóricas se vuelvan tan determinantes, al punto de que no distingan, ante una realidad muy evidente. Tenemos como buena referencia, la presente pandemia, donde ninguno de los países, inclusive los que creíamos que eran las super-potencias salvadoras del futuro y héroes indómitos, han encontrado una solución viable, para no salir tan debilitados por el enemigo invisible. Otra de las cosas más interesantes de todo este fenómeno, es que hay países donde el gobierno ha logrado muy buenos resultados, y curiosamente sus líderes, no son hombres sino mujeres mayormente, y esto podría dar comienzo a un debate sobre el género, pero posiblemente sea más que nada por el pensamiento colectivo de equidad, que existe en esas naciones y la cooperación con inteligencia y precisión de sus líderes poĺíticos, sin llenarse de protagonismos absurdos y falaces homilías. 

 

Esto nos prueba que existen mejores alternativas que la simple intuición o el vacuo discurso, se requieren mejores opiniones de los expertos en este caso, en el tema de salud (epidemiólogos) y menos gobiernos que defiendan sus ideas con su egocentrismo o bien, tomar en cuenta las gestiones de quienes realmente han logrado manejar este problema con inteligencia, paciencia y sin devoción a su autoridad.

Meta Amor

Las personas a cierta edad, logramos comprender al efecto que contienen las relaciones de pareja como parte del entorno en el que existimos, y esto motiva a incluirlos dentro de nuestros fines humanos, y que de ahí se deriven explicaciones de lo que es el amor, si bien, dentro del cuadro colectivo donde subyacen estas representaciones, hay modos tergiversados que debaten constantemente nuestra lógica, podríamos fácilmente culpar al sin fin de guiones que nos presentan aquellas histriónicas escenas de libros o películas de amor, que envician nuestros modos de vivir y determinan el deber ser de lo romántico como una figura auténtica. La realidad como en todas sus formas, es brutalmente atroz, porque va más allá de estas interpretaciones culturales, que siempre encuentran su división principalmente en la biología y la sociedad. La mayoría de las cosas que construye la sociedad , tiene como fin la búsqueda de poder y control de formas automáticas, y esto para nada está exento de pertenecer dentro del ámbito de lo romántico, un cúmulo de lógicas sexistas y violentas, que no nos son fáciles de identificar porque nuestra óptica muchas veces subsiste desde un espectro androcentrista y que innegablemente, suele corresponder como hecho aceptable dentro de la biopolítica, por consecuencia, esto nos hace cómplices de todos los credos dominantes. 

La biología nos afirma y esto lo podemos decir abiertamente, que la emoción que genera el efecto del amor, está saturado de intensidad y energías que componen a nuestras emociones y nos dan vitalidad, así como también alteran a nuestro sistema nervioso, mismas que se penetran en nuestro organismo y tienen el comportamiento de una droga, ¡porque evidentemente lo son!, y como lo he reiterado en varias ocasiones, nuestro defecto de ser un animal bastante social, nos convierte en participes de la inefable búsqueda de nuestra media naranja, cuando el efecto está cargado en el cuerpo, la responsabilidad temprana de la sociedad se dispara, y aquí es donde encontramos demasiadas caras falsas, que como dije antes, el amor en este caso, va condicionado al poder como constructor social, el corolario mágico de las palabras, el buen trato como ritual de iniciación, los guiones que uno supuestamente debe de imitar y el no tan moderno trastorno del narcisismo entre otras prácticas, contienen esa fuerza de aceptación en su falso deber ser, hoy en día es frecuentemente etiquetado con el nombre de relaciones tóxicas, pues según está concepción, es como si se tratara de una secuela nociva para la salud tanto física como mental.

Las redes sociales son un referente habitual en nuestros días para la búsqueda del amor y por supuesto que esto no es para nada malo, aunque nuestra generación muchas veces tiende a buscar esa falsa aceptación en las identidades personales que juegan un papel importante en el panorama digital,engloban todo un acervo de criterios de aprobación esto tiene como resultado, que se exponga un sin fin de avatares por selección, y se construyan prejuicios a partir de lo material que puede llegar al punto de cosificar a la persona, también tienen una dura orientación a ser desechables, porque si el producto no me gusta, entonces me deslizo a la fugacidad. Todas estas praxis nos vuelven un objeto de consumo y ávidos consumistas del "amor", porque romantizamos las características que posee cada persona. Y al final con la formación de todas estas ideas, nos envolvemos en un círculo vicioso como lo que teoriza el El Triángulo de Karpman.

Podemos examinar soluciones simples, sin embargo la exploración hacía el equilibrio de lo bueno en el amor, tiene una posible respuesta, bajo un punto de vista básico y propio de la psicología, la cual manifiesta que amar, va de la mano con el respeto hacía la otra persona y el como ir entendiéndola con el paso del tiempo, aunque inevitablemente esta última parte sea de la más complicadas, porque siempre juzgamos desde nuestro esquema de valores, y esto tiende a ser demasiado subjetivo pero desde mi perspectiva, siempre me inclinaré a formar un bienestar humano en conjunto, aunque todo lo mencionado anteriormente parezca demasiado utópico, esta vía de bienestar es más simple y fiel a mi realidad, y creo también, desprender esas ideas que han contaminado nuestras formas de buscar y llevar a la práctica el amor.


La esclavitud de la mente.

A lo largo de la historia nuestro espacio social, ha ido inventando jerarquías con sustentos cada vez más "creíbles", fluctuando para mantener las esferas de poder estables, siempre librándose de cualquier intento de golpe que pueda desequilibrar la autoridad. En los inicios, se llegó a permear que el reflejo de estas jerarquías sociales, era originado por una naturaleza innata, en otras palabras, algunos filósofos como Aristóteles, llegaron a concluir que la esclavitud era un orden natural humano, porque ciertos hombres, no contaban con la capacidad de tomar decisiones sobre su vida, otros fundaban estas premisas en mitos religiosos o creencias basadas en ideas seudocientíficas, argumentando que algunos de estos hombres no tenían determinadas capacidades biológicas para pensar o hacer actividades que la hegemonía de la nobleza sí, y así, justificar de una manera irracional la esclavitud. 


Esta génesis es elemental para la comprensión del hoy, porque apunta a todo lo que afecta a nuestros días y cada vez se hace un hecho más visible.



Los sistemas intentan convencer de que la supremacía existe a partir de estás ideas, y sostiene estos escalafones de una manera más moderna, buscando mantenerse metiendo en razón que otras clases están contaminadas, es decir, permanecen bajo retóricas tan fuertes, que pueden perdurar por generaciones y si el sesgo cognitivo producido se los permite, lograr convertirse en producto de leyes absurdas y fobias permanentes. Al menos la historia del siglo pasado nos cuenta bastante sobre estos hechos, el antisemitismo, Ku Klux Klan y varios grupos selectos de esta índole, son pruebas fidedignas de que estas jerarquías siguen en valor transmigratorio vigente, tal vez hoy por hoy de un modo más cínico...
 
y es que el cinismo tiene la consecuencia del asombro, solo que desde Diogenes paso de ser un cinismo de plebeyos a un cinismo señorial y/o dictatorial. Nos queda entender que este sistema de castas jamás fue heredado por Dios, ni tampoco se refuta a partir de la biología o la carencia de facultades humanas, es más bien un constructo social, una simple (aunque difícil de comprender) realidad imaginada, creada a una manera "humanamente comprensible", que nos ha conducido a esta subversión del pensamiento y es aquí, donde deberíamos fundar estas esperanzas hacía el nuevo mundo.

El miedo a la soledad


El miedo a terminar sola
El miedo a no obtener lo que quieres
Es tan contradictorio e ilógico
Que terminas más sola de como empezaste
¡En verdad qué coraje!

Y al final de cuentas
Desde un principio no sabías lo que querías…
Mas solo una cosa si quedo clara,
No querías estar sola!

Pero existen cosas en la vida
Que se tienen que afrontar 
por más miedo que tengas.
Por eso hoy estas sola
Para encontrarte a ti
¡Y así nunca volverás a sentir lo que es la soledad!