2008

Fue tecnicamente un empate, él no queria una chica sufrida y yo queria hacerme a la idea de que la vida es un espectáculo que continua, día a día sigue su rumbo. De inmediato actuamos como si esa relacion fallida fuera parte del pasado. El siempre sonreia al enemigo y yo me encogia de hombros cuando pensaba que era mala suerte que para llegar a su salon tomará el pasillo del mio y en esa travesía se besara con media docena de adolescentes. Todos los lunes me encogia de hombros pensando que ser sinceros respecto de nuestros sentimientos nos convertía en poco menos que extraterrestres. Era un empate aunque no era justo, el aire me traia su olor a locion de lima y bergamota, a cabello limpio, su olor a campo, a resaca, a turnos con extratiempo, a hombria repartida en amigas, colegas, otros enemigos como yo, a familia con la que nunca te pones de acuerdo. Para él, el aire del pasillo solo le dejaba recuerdos de escotes, eran agradables pero faciles de borrar.
-no, no hicimos mal en dejarlo, su pelicula favorita es el quinto elemento. No voy a pensar que hombres prefiere, no estoy listo aun parra ello. 
El tiempo se detiene por momentos, cinco o seis minutos interminables cuando ocurren escenas absurdas, blancas, la pista de la casualidad, la misma de la humanidad en girones. Estaba en independencia, una luz roja pauso mi caminata diaria al trabajo, frente a mi estaba él, sosteniendo una voluminosa  canastaregalo con un enorme moño rojo. Dios mio! Dios mio! había pasado un año desde que buscamos nuestro espacio, justamente el veinticuatro del año pasado habia llegado a casa con la consabida canasta-contenedor de vinos, quesos y aceitunas negras, senti subir un sabor amargo desde la boca de mi estómago. Cuando cambió el color de la luz encendio la silueta que anuncia el peatonal y tras el celofan me sonrió, se detuvo en la esquina y se quedo mirando en mi dirección. Unos cuantos pasos luego de la catedral recibí un mensaje en el tono de todos sus mensajes: sol te invito un vino, el carro esta en el estacionamiento del banco.
Pd1 no es pretexto para no cenar con mis papas
Pd2 no me devolviste la sonrisa y no se porque
Pd3 no es un buen vino
No creo haber pensado en nada, esboce una sonrisa porque el telefono casi cae al suelo

asi te quiero

Te quiero fiambre, te quiero en la barricada,
Porque me quieres en la tibieza,

Te quiero en el discurso reiterado
De que los dinosaurios son los que saben hacer y guiar,
Porque me quieres no creyente, no elegible

Te quiero en el tumulto de las fiestas
Y en la groseria, 
Te quiero en cualquier cielo que atravieses,
Y aunque apuntes inocentes en la mision,
Porque me quieres acostumbrado a que no te salga todo bien......

La otredad

Escribo desde la sonrisa perdida, 

bajo el eco que distante me define, 

Soy de los que esperan aunque el tiempo me deshoje, 

sin orden moral a este nuevo mundo y aunque sobrevivo,

quiero el espacio pasado que entregaba la felicidad sin prisas 

el que ahora pertenece a la otredad, 

el que ahora habito con olor a cloro. 

 ¡No lo llames destino!

porque no hay esperanza en lo que se piensa, 

solo en lo que se grita.

 

Se me apagó el corazón, 

me falta la presión del viento,

por tratar de apagar todas esas velas 

que nunca cumplen deseos.


Incendiemos las creencias,

ser sol, ser fuego en vez de luz

quemando los ojos de la mentira,

cultivando la belleza sobre la profundidad, 

solo sé, que sé respirar polvora, 

caminar a medias, 

caminar descalzo sobre una humanidad eterna.

enero

Queria decirte que no te preocupes por la tristeza, queria hablarte desde la voz de colibri al oido de lobo, pero se adelantaron las alas. La tristeza solo acompaña, los meses convergen, los años silencian, el espiritu endurece...... muchas cosas ahuyentan la tristeza, pero la melancolia mata. 

Pasando los cohetes

Nada nos devuelve más violentamente a una normalidad que terminar el año, retornar a las promesas de cambiar nuestras insistentes voluntades y hundirse en la fuerza de uno nuevo que lo pueda cambiar todo, uno que "va a ser mejor". El regreso a las luces que se fueron apagando durante un año que estuvo cargado de culpas que aún nos persiguen, de impresiones y de resiliencias, está reinante en  las oportunidades para comprar las emociones,  para vagar sobre un pensamiento colectivo que promulga que, durante el trance del 20 al 21, se nos acercará a algo nuevo, al triunfo de una ideología que se repite constante Post hoc ergo propter hoc

El recordatorio sigue ahí, la humanidad es frágil y 2020 nos los dejó más que en claro, cada cuerpo bajo amenaza, la difícil resistencia al cambio y la angustia perenne del qué pasará, del no tener idea del mañana, nos queda el aliento para no fantasear buscando una absurda respuesta. A veces lo simple, contiene lo más definido, nos toca ser faro y luz, tocar nuestro lado más humano y cuestionarnos demasiadas cosas, vamos a recomenzar, pero no necesariamente a final de año, tal vez en dos o en cinco o algún momento la amnesia nos envolverá a una nueva realidad.