Volviendo a la fragilidad

Construyendo una conciencia nueva
la esencia de un día compartido
la ardiente memoria seña de identidad,
quiso liberar paredes caliginosas.

Mi naturaleza optimista genera el miedo,
nos queda el recuerdo de un abrazo,
nos nace una nueva mirada acerca de la vida
sigue latiendo bajo el mismo ritmo (el corazón).

En propia piel una conexión sensible.

Presencias invisibles

Días dedicados al miedo, desnudos a la obediencia, me puse a inventar dioses para la lucha, una modesta realidad me acosa, desconoce todavía si la esfera social tendrá la misma tendencia de suprimir todo y volver a comenzar, cualquier señal, nos hará diferentes.

Las alegorías de fe se han disipado, la ciudad lleva un aliento distinto , impaciente a la llegada de la nueva normalidad, sobreviviendo a un antagonismo de rutina, mantengo una equivocada necesidad de alimentar mis vicios con presencias invisibles.

Y estos son nuestros reflejos.

L P

Muchas horas en el día no estoy y muchas horas en la noche no estas.
Pregunté si me llamaste, pero no escuchaste mi voz. Pregunté si te había gustado el libro de pasta dura que tienes en la cabecera, pero ya te habías dormido. 
Pregunté si el próximo sueño iba a ser tuyo para ti o iba a ser nuestro, por la costumbre de preguntar pero realmente sin espera de la respuesta. 
Pregunté a que distancia se acortan las costumbres 
En que epístola encuentras esperanza, la de San Pablo a los romanos siempre me ha puesto más triste que un mapa de los lugares que  no conozco. 
En cuál timidez se te seco la piel?

Es otro primer paso, ya sabesdespués de un tiempo, ir, venir, salir y pedir sinceridad o no salir pero obtener 
Relatos erótico deportivos, o no salir
Y pedir disculpas. 
Entonces además de ser un prototipo de maíz tostado y cara redonda resulta que tengo
Cientos de esperanzas para cuando las palabras dinamiten la distancia. 

Al abrir los ojos le pregunté a dios Si rezar siempre se debe hacer con las Palmas de las manos frente a la nariz o basta ese gesto de cuando te paras frente al refrigerador porque realmente se te antoja un postre. 

Los caimanes se asustan al enamorarse. Los nidos se caen si hay mucho viento, siempre sucede que dormidos no somos sospechosos, sino culpables. ¿De quien era el tiempo que perdí ayer?

Ensayando una sonrisa

Consuelo entre llanto <anestesia natural>,
lagrimas y miedos sin corregir,
moviendo espacios descifrando que compone una sonrisa,
nos merecemos me anunciabas, a ese lado que no compartes a cualquiera,  
cuando todo esto pase, se volvió un himno de esperanza elemental. 

Hay dudas que se vuelven infinitas,
estoy sometido a una ética rebelde, a un espíritu libre;
aunque aún sobrevivan intenciones por las que daría un todo.

Ato respuestas cada que respiro momentos.